La Clínica Psicológica de la Universidad Diego Portales, ha ido modificando su funcionamiento en virtud de las exigencias y cambios históricos tanto a nivel de la carrera, como a nivel nacional y cultural.
Desde el año 2016, se propone un cambio en el proceso de gestión sustentado en la premisa de que un servicio clínico universitario es un espacio de desarrollo de pensamiento clínico, comprendido como una racionalidad articuladora de los requerimientos académicos de la Facultad, de la formación profesional de los estudiantes de pregrado, postgrado y de la vinculación con el medio desde una perspectiva territorial. De esta manera, entendemos la vinculación con el medio como una práctica subjetivante, es decir problematiza las producciones subjetivas actuales y la precarización del lazo social. Se trata de pensar una relación que es dialéctica y coexistente.
Silvia Bleichmar (2005) establece una distinción fundamental para pensar la práctica clínica: la producción de subjetividad ligada a las coordenadas históricas y sociales que dan cuenta de los recubrimientos ideológicos y políticos de un sujeto y por otro la constitución del psiquismo asociada a variables que trascienden modelos históricos. La autora establece la necesidad de analizar como ambos registros coexisten y como se recubren. Es por ello que un servicio clínico abierto a la comunidad debe considerar diversos dispositivos de intervención clínica que puedan albergar ambos registros.
Las violencias sociales, la exclusión económica, producen formas de subjetivación, performativas que operan bajo el modo de juicios de atribución identitarios. Estos juicios de atribución garantizan el reconocimiento jurídico y social, identidades totalizantes que deben ser consideradas en el trabajo clínico. Esto nos lleva a pensar en una clínica fuera de los muros del “box”, tejer lazos, reconociendo las hebras que lo componen.
Ahora bien, cuáles son esas hebras que nos parecen fundamentales:
Reconocer las relaciones de los sujetos con el poder y sus asimetrías, reconocer la importancia del espacio público, es decir las polis, pensar en la importancia de los modelos de salud colectivos, sostener modelos de salud basados en un enfoque de derechos humanos. Silvia Bleichmar nos alertaba que, la pérdida de la noción de conjunto es la que obtura la posibilidad de identificación con el sufrimiento del otro. Por lo tanto, pensar en la vinculación con el medio es siempre articular e interpelar lo político con lo psíquico.
